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Misterioso objeto al mediodía
CINE EN LA ENCRUCIJADA
Nekam achat mishtey eynay (Avenge but one of my two
eyes) – Avi Mograbi (2005)
(h ps://misteriosoobjetoalmediodia.files.wordpress.com/2011/06/nekam-achat-mishtey-eynay-0.png)
Presentada en la retrospectiva que se le dedicó al director israelí
Avi Mograbi
en la 8ª edición del
Festival Internacional de cine de Las Palmas de G.C. y rescatada dentro del ciclo
Memorias del mal
en
la edición de este año,
Nekam achat mishtey eynay
es un documental que, a través de la alternancia
de varias líneas argumentales y haciendo uso de la mecánica del montaje paralelo, expone de forma
cruda y sencilla la humillación cotidiana, las vejaciones diarias y, en definitiva, la intolerable opresión
a la que son sometidos indiscriminadamente los ciudadanos palestinos en Israel. Dado que el
denominado
eufemísticamente
conflicto
árabe-israelí
(h p://es.wikipedia.org/wiki/Conflicto_%C3%A1rabe-israel%C3%AD) y sus funestas consecuencias
constituyen un escenario harto conocido (si bien no por ello hay que dejar de denunciarlo las veces
que sea menester), lo verdaderamente sobresaliente de esta obra reside en el hecho de que el propio
documental presenta o se convierte en sí mismo en un proceso de toma de partido o de conciencia
frente a tamañas injusticias (con el significativo detalle de que aquí el director es él mismo israelí).
(h ps://misteriosoobjetoalmediodia.files.wordpress.com/2011/06/nekam-achat-mishtey-eynay-iv.png)
El cúmulo de injusticias y ultrajes a las que asistimos (o más propiamente la reiteración y alcance de
dichas arbitrariedades) es tal que la cámara-ojo del documentalista (y con él el espectador) sufre una
metamorfosis desde la inicial “objetividad” (o la supuesta distancia aséptica) del documental hasta
devenir en lo que podíamos denominar una suerte de “cámara furibunda”. Pues ante la zozobra, y
presa de una más que justificada exasperación moral, la cámara finalmente abandona la tibieza
propia de este formato y rompe la barrera del testimonio silencioso para participar activamente, en
primera persona, basculando hacia una ira saturada de santa indignación. Lo que
Mograbi
deja claro
aquí es que, ante una situación en la que se vulneran de manera diaria y sistemática la dignidad del
ser humano y los derechos humanos más elementales en pos de culminar una estrategia consciente
de dominación y quebranto psicológico, no caben las medias tintas: la única alternativa éticamente
viable es la denuncia y la oposición activa. Cualquier otra opción, como pretender ofrecer un
testimonio aséptico de dicha injusticia, resulta inmoral, se torna en abominación y en pura y simple
complicidad criminal.
(h ps://misteriosoobjetoalmediodia.files.wordpress.com/2011/06/nekam-achat-mishtey-eynay-ii.png)
La transformación que sufre la cámara, el deslizamiento progresivo hacia la intervención, resulta un
proceso lógico y evidente a la vista de las imágenes que
Mograbi
decide escoger/exponer en el
documental pues insiste en recalcar varias contradicciones, entre las que una se eleva por encima de
las demás, la que contrapone los grandes relatos en los que se funda el estado judío de Israel con una
praxis
completamente
antitética
en
lo
que
toca
a
los
territorios
ocupados
(h p://es.wikipedia.org/wiki/Territorios_Palestinos). Para ello yuxtapone sucesivos argumentos
visuales, desde el conocido plano
mograbesco:
él mismo hablando frente a la cámara, en esta ocasión
con su amigo palestino
Shredi Jabarin
(que sufre una de las tristemente frecuentes razzias
indiscriminadas a cargo del ejército israelí), a la muestra de la orgullosa pedagogía nacionalista
institucional que tiene lugar en Masada (h p://es.wikipedia.org/wiki/Masada) (donde los zelotes
decidieron poner fin a su vida antes que entregarse al invasor romano), así como las diferentes
interpretaciones heroicas, también en clave ultranacionalista, de la figura bíblica de Sansón
(h p://es.wikipedia.org/wiki/Sans%C3%B3n). Todo ello contrapunteado, como anticipábamos, con
las imágenes captadas por una cámara-ojo que muestra diferentes -mas escogidos y penosos-
episodios de la vida de los palestinos sometidos a toda clase de engendros mecánico-militares: los
obstáculos para arar unas tierras, las astucias necesarias para poder salir de un pueblo, pasando por
la ka iana burocracia necesaria para transitar con un camión, las interminables colas y dilaciones
que sufren para ir a trabajar o acceder a un hospital en los controles “fronterizos” o la caprichosa
espera a la que se somete a unos indefensos escolares en otro de estos controles.
(h ps://misteriosoobjetoalmediodia.files.wordpress.com/2011/06/nekam-achat-mishtey-eynay-iii.png)
Precisamente es este episodio, que cierra la obra, el que, tras un sinnúmero de atropellos, por fin
colma la paciencia de la cámara anónima (israelí, pues estos son los únicos que parecen poseer
derechos) y logra la trasmutación definitiva del observador más o menos distante en activista airado.
Es indudable que
Mograbi
puede ser acusado de haber incurrido en cierto grado de manipulación
pues la selección y el solapamiento de las diversas capas mostradas nunca puede ser absolutamente
inocente; también podríamos criticar que las apelaciones al violento imaginario fundacional israelí,
preñado de personajes y episodios que optaron por el martirio y el suicidio, sea comparable con la
situación desesperada en la que viven los ciudadanos palestinos bajo la ocupación israelí. Acaso
también lo sea con razón la síntesis que se deduce de lo anterior (y del montaje paralelo) respecto a la
legitimidad histórica
a posteriori
del uso de la violencia terrorista como instrumento en la lucha de
liberación. Pero lo que desde luego no puede ser cuestionado, pues no puede ser reducido a puro
objeto de especulación u opinión, lo que no puede quedar sin inmediata respuesta es la humillación
cotidiana a la que se somete a un ser humano por un semejante. Y este gesto necesario e ineludible
cargado de razón, este tomar partido y alzar la voz activamente frente a la injusticia es lo que ilustra a
la perfección esta obra: el momento decisivo en que la cámara deviene un instrumento cargado de
furia legítima y de razón; el momento de la ruptura del documental y de las convenciones del género:
la cámara-arma.
This entry was posted on 27 junio 2011 at 08:58 and is filed under A rescatar, Actualidad, Cine, Cine
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2 Responses to
Nekam achat mishtey eynay (Avenge but one of
my two eyes) – Avi Mograbi (2005)
Atlante7 dice:
11 julio 2011 de 23:05
Tu elaborada descripción nos anima a interesarnos por ver esa metamorfosis desde la “cámara-
ojo” hacia la “cámara-arma”;…aunque personalmente creo que la observación selectiva de la
realidad no es tan aséptica; quien escoge unas imágenes para reflejarlas o contraponerlas, ya de
por sí transmite un elocuente mensaje –crítica o denuncia- sobre la realidad.
Saludos.
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Misterioso objeto al mediodía dice:
12 julio 2011 de 14:51
Gracias por tu comentario, Atlante. Me alegro de haber despertado tu curiosidad sobre la película.
A lo mejor, más que “cámara-arma”, hubiera sido más apropiado denominarla “cámara-
militante”. En cuanto a la asepsia, tienes toda la razón, no deberíamos olvidar nunca que la
(s)elección de imágenes no puede ser inocente.
Saludos.
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